Se hacen llamar Funcionarios Públicos

No quiero meter a todos los funcionarios públicos en el mismo saco pero vaya que son muchos, los que manchan con su actitud soez, la ilustre labor que deben desempeñar para el país.

Es funcionario público aquel que ha reunido las credenciales profesionales para ocupar, con vocación de servicio, un cargo dentro de la administración pública.

Aquí una breve reflexión sobre mi experiencia con los funcionarios públicos.


En Venezuela es común ver en las mañanas aglomeración de personas en las afueras de organismos públicos esperando desde muy temprano para ser atendidos. Llegada la hora de abrir, el funcionario que debe recibir al público, al llegar saluda a sus compañeros, se sienta en su puesto, acomoda su escritorio, habla con el de al lado, alterna con su celular  y desayuna allí mismo, una arepa, una empanada o un sándwich. Llegó tarde y se demora aún más en iniciar su jornada. Todo esto sin ningún tipo de vergüenza.

Posteriormente comienza a atender y pareciera hacerlo con una sola intención: obstaculizar lo más que pueda los trámites de los usuarios. Por lo general estos funcionarios que llegan tarde, que son trabajadores mediocres, son los más exigentes en cuanto a los requisitos de los trámites que supervisan, pero no son tan exigentes con su “red de amigos”. Esta red está conformada por otros ciudadanos que auspician su mediocridad, que les pagan para que sus trámites sean expeditos, para no hacer filas, etc. Algunos funcionarios públicos pueden alegar que son mal pagados y sí, seguro que es así, en Venezuela todos los sectores son mal pagados. Pero de ahí a incurrir en la mediocridad y en la corrupción, es injustificable. Cuestión de principios, supongo.

Es común también que en los organismos públicos encuentres personas a quienes se les ha negado en más de dos oportunidades el mismo trámite debido al criterio personal o al estado de ánimo del funcionario.

En Venezuela un funcionario público no acostumbra a responder los saludos que por educación se acostumbran. Como respuesta recibes una mala cara. Y el colmo de todo lo anterior: la atención al público muchas veces es hasta el mediodía, porque en las tardes es trabajo administrativo “interno”.

¿Tú crees que así avanza un país?

Un trámite en una Notaria, haciendo todo legalmente, es decir, sin corruptelas, te puede tomar unos 4 días. En otros países el mismo trámite te quitaría pocas horas de una mañana. De hecho, en Chile, en una oportunidad realice: 4 trámites administrativos en organismos diferentes el mismo día y todo antes de las 2 de la tarde. ¿Increíble?

Los funcionarios públicos son el rostro de la Administración Pública y como tal deben esmerarse en brindar un servicio de calidad y excelencia, con un buen trato hacia sus verdaderos jefes: ¡nosotros, los usuarios!